Un nuevo tipo de camuflaje hace que la mano humana sea invisible para una cámara térmica. Crédito: Sociedad Química Estadounidense

Los cazadores visten ropa de camuflaje para mezclarse con su entorno. Pero el camuflaje térmico (o la apariencia de tener la misma temperatura que el entorno) es mucho más difícil. Ahora los investigadores informan en la revista ACSNano letras, han desarrollado un sistema que puede reconfigurar su apariencia térmica para mezclarse con temperaturas variables en cuestión de segundos.

La mayoría de los dispositivos de visión nocturna más modernos se basan en imágenes térmicas. Las cámaras térmicas detectan la radiación infrarroja emitida por un objeto, que aumenta con la temperatura del objeto. Cuando se observa a través de un dispositivo de visión nocturna, los humanos y otros animales de sangre caliente destacan sobre el fondo más frío. Anteriormente, los científicos intentaron desarrollar camuflaje térmico para diversas aplicaciones, pero se encontraron con problemas como una velocidad de respuesta lenta, falta de adaptabilidad a diferentes temperaturas y la necesidad de materiales rígidos. Coskun Kocabas y sus compañeros de trabajo querían desarrollar un material rápido, adaptable y flexible.

El nuevo sistema de camuflaje de los investigadores contiene un electrodo superior con capas de grafeno y un electrodo inferior hecho de una capa de oro sobre nailon resistente al calor. Intercalada entre los electrodos hay una membrana empapada con un líquido iónico, que contiene iones cargados positiva y negativamente. Cuando se aplica un pequeño voltaje, los iones viajan hacia el grafeno, reduciendo la emisión de radiación infrarroja de la superficie del camuflaje. El sistema es delgado, liviano y fácil de doblar alrededor de objetos. El equipo demostró que podían camuflar térmicamente la mano de una persona. También podrían hacer que el dispositivo sea térmicamente indistinguible de su entorno, tanto en ambientes más cálidos como más fríos. Los investigadores afirman que el sistema podría conducir a nuevas tecnologías de camuflaje térmico y escudos térmicos adaptativos para satélites.

Los autores agradecen la financiación del Consejo Europeo de Investigación y la Academia de Ciencias de Turquía.